James Wynn confesó en las redes sociales que comenzó a operar con contratos perpetuos en marzo de este año sin experiencia seria previa, inicialmente solo jugando con monedas MEME. En un mes, apalancó 3 millones de dólares hasta 1.000 millones de dólares, pero lo perdió todo en una semana en HyperLiquid. Su operativa fue pública en la cadena de bloques, atrayendo a decenas de miles de espectadores mientras el valor de su cuenta se disparaba y luego se desplomaba. Admitió que la situación se salió de control, dándose cuenta de que esencialmente era juego de azar. Luchó entre querer recuperar sus pérdidas y temer el ridículo por perder los 1.000 millones de dólares, lo que lo llevó a asumir riesgos mayores. Los números fluctuantes se convirtieron en un juego virtual dominado por la codicia.